Fernando Valera, 8 de noviembre, desde Radio Madrid.
En este lugar al menos, la dignidad de los hombres corrientes se ha mantenido firme ante al mundo.
Vincent Jimmy Sheean
La batalla y defensa del Madrid capital de la República española que comenzó el 7 de noviembre de 1936 fue uno de los sucesos más extraordinarios de la historia contemporánea. Un ejército bien equipado, al mando del general Mola, compuesto por decenas de miles de soldados, en su mayor parte mercenarios extranjeros: legionarios y marroquíes, apoyados por italianos y alemanes enviados por las potencias nazi y fascista, se enfrentó contra el mal armado pueblo de Madrid. Pensaban que sería el asalto final a la República. La Legión Cóndor, compuesta de escuadrillas de bombarderos Junkers 52, y de aviones de caza, Heinkels 51 y Messerschmidts 109, se encargó de la agresión aérea contra Madrid. Nunca antes de la II Guerra Mundial ninguna gran ciudad fue tan intensa y sistemáticamente bombardeada con bombas incendiarias: barrio por barrio, sus hogares, los hospitales, museos, y otros edificios civiles fueron destrozados, con la intención de extender el pánico entre la población y experimentar minuciosamente la reacción de una población civil ante el incendio de su ciudad. Durante largos meses murieron miles de personas inocentes. En los primeros momentos hubo desaliento, pero los ciudadanos y trabajadores se dirigieron hacia el frente, muchos de ellos sin armas, preparados a sustituir a quienes caían muertos o heridos. Las mujeres se manifestaron exigiendo que todos los hombres fuesen al frente; muchas de ellas lucharon, como en el Puente de Segovia, y, junto con los niños, construyeron barricadas. Los milicianos no retrocedieron siguiendo la proclama del ¡No pasarán!
Por primera vez en la guerra, aparecieron los aviones soviéticos y protegieron a Madrid contra los bombarderos alemanes e italianos. El 7 de noviembre las primeras unidades de las brigadas internacionales desfilaron por la Gran Vía, camino del frente. Alemanes, franceses y belgas, polacos, ingleses, irlandeses, mexicanos, palestinos, australianos, argentinos.. ., voluntarios llegados de todos los continentes, de todas las religiones y creencias, convencidos de que en España se libraba la primera batalla contra la barbarie totalitaria, contribuyeron, miles de ellos con su vida, durante los largos meses del asedio, a la resistencia de Madrid y mostraron a sus habitantes el significado del internacionalismo y la idea universal de libertad. Pero la victoria fue del pueblo de Madrid.

Asociación de Descendientes del Exilio Español
www.exiliados.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario