miércoles, 13 de octubre de 2010

LA IGNOMINIA TOLEDANA DEL MUSEO DEL EJÉRCITO

Estas palabras nos llegan de mano de nuestra compañera y amiga Rose Marie. Son palabras de Mª José, miembro del Col•lectiu Republicà del Baix Llobregat, en el homenaje a Lluís Companys el pasado 18 de septiembre frente al edificio que albergo a la antigua DGS, más conocida como la Casa de las Torturas, hoy “casa” de Esperanza Aguirre que se niega sistemáticamente a albergar actos a los que sufrieron torturas y encontraron la muerte entre sus paredes y tras pasar por la casa de los horrores militares, más conocido como museo del ejército situado en Toledo.
La intervención de Mª José no tiene desperdicio, es algo larga pero os recomiendo que la leáis entera, y como republicano y toledano me retumba en la cabeza que nuestra ciudad albergue este museo de los horrores.
Intervenció del nostre Col•lectiu Republicà del Baix Llobregat‏:

Arratsalde on, boas tardes, bona tarda, buenas tardes a todos y a todas. Me llamo Mª José, pertenezco al Col•lectiu Republicà del Baix Llobregat y soy una víctima del franquismo, como mis compañeras y compañeros.
Ayer estuve en el recién inaugurado por el príncipe Museo del Ejército, en el Alcázar de Toledo, creo que sobran comentarios. Edificio sito entre las calles Alférez Provisional y General Moscardó. ¡Viva la ley de la memoria!. Visité la sala dedicada al período 1925-1981, una muestra microscópica en un recinto enorme, que intentaba adaptarse al espíritu equiparador y aséptico de la Transición, o sea, escorada en dirección errónea. Junto a la máscara mortuoria, del que ellos denominan Generalísimo D. Francisco Franco Bahamonde, se encuentra un busto del rey y el uniforme en miniatura de quien está llamado, también por el dictador, a ser su sucesor. Justo al lado de todo esto se podía leer:
“Ser el rey de todos los españoles”
“La llegada del Rey abre una nueva etapa en la historia de España, una nueva era en la que su figura personifica a todos los españoles, actuando como moderador, árbitro y guardián del sistema constitucional de la vida política y de las instituciones del estado.”
Al lado un vídeo del discurso real del 23-F, ¡qué no falte!.
En este texto a gloria del monarca estriba el problema que hace que hoy nos concentremos aquí.
Desglosemos:
“La llegada del Rey”: El rey no llega, nos es impuesto en un primer momento por el dictador y más tarde por el proceso inacabable de la Transición, bajo un referéndum que la mayoría de la población actual no votó y que venía como pack indivisible con la Constitución del 78.
“Una nueva etapa en la historia de España”: Es cierto, una nueva etapa de vergüenza, donde bajo el paraguas constitucional nos recortan día a día derechos y libertades retrotrayéndonos a tiempos no tan pasados. Así, Derechos Humanos son simplemente dos palabras sin más.
“Su figura personifica a todos los españoles”: ¿A todos? A los republicanos, que no son pocos, aunque cueste verlos a veces, no les puede representar un rey cuyo cometido ha sido cerrar la puerta al restablecimiento de la legalidad vigente del 31, pasar por encima de los derechos de los que lucharon y defendieran esta legalidad y negarles el pan y la sal.
“Actuando como moderador, árbitro y guardián”: ¡Verdad! La monarquía constitucional y supuestamente aconfesional, es el paraguas bajo el que se protege la negación a la Verdad, la Justicia y la Reparación, el paraguas que ampara a los que en el 77 suspiraron aliviados ante la ley de impunidad que les sigue protegiendo, la excusa que sirve para seguir hablando en términos que recuerdan el NO-DO.
El monarca juró varias veces y eso dicen que está muy feo. No dista tanto en el tiempo que presidiera consejos de ministros franquistas, hace ya 35 años, los mismos que llevan esperando justicia los estigmatizados últimos fusilados del franquismo, que fueron asesinados un 27 de septiembre de 1975: Xosé Humberto Baena Alonso, José Luis Sánchez-Bravo Solla, Ramón García Sanz, Angel Otaegi y Jon Paredes Manot “Txiki”, y que ni tan siquiera gozan del pobre estatus del resto de las víctimas de la dictadura.
Así pues, nos encontramos en este punto de negación del genocidio político llevado a cabo en este estado a golpe de cuneta y tapia de cementerio, amparados en su día por una justicia fascista, que hoy en día sigue vigente porque, entre otras cosas, sus juicios no han sido anulados y sus tribunales no han sido declarados ilegales, no habiendo sido juzgados los verdugos, ni la dictadura de cuyo aparato represor formaron parte.
Por eso hoy nos hallamos aquí para recordar que en este edificio estuvo Companys, un representante legal, legítimo y democrático de la máxima institución del pueblo de Catalunya. Una víctima del nazismo, del colaboracionismo francés y del franquismo, víctima del fascismo internacional, que fue torturado aquí mismo, en lo que fue la DGS, como muchos y muchas antifascistas, en lo que hoy es la comunidad de Madrid, que nos ha negado su edificio. Todo transita, del TOP a la AN y no sigo para no aburrir.
Companys fue asesinado en Barcelona y antes de morir dijo: Per Catalunya! dos palabras que quieren decir mucho más de lo que parece. También nos dejó estas otras: Tornarem a sofrir, tornarem a lluitar i tornarem a vèncer. Sufrir, no hemos dejado de hacerlo. Luchar es lo que estamos haciendo y si lo hacemos con la dignidad y valentía con que lo hicieron tantos republicanos y antifascistas, que se dejaron sus años y sus vidas en el empeño, creemos que volveremos a vencer y traeremos la justicia para nuestras víctimas, la legalidad usurpada por los golpistas y la libertad de decidir para ciudadanos y pueblos.
Por la aplicación de los derechos humanos para nuestras víctimas y por la anulación de los juicios del franquismo: Verdad, Justicia y Reparación.
¡Viva la República! ¡Visca les Repúbliques!

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