jueves, 17 de diciembre de 2009
EL ESPIRITU DE RECUPAR LA MEMORIA HISTORICA
Recordar hoy este insólito episodio me lleva a una reflexión sobre la conducta del ser humano. Que este hombre fuera a la comisaría dos o tres veces por semana, fríamente a ensañarse con un detenido, que ni siquiera conocía, como el que va al gimnasio o a jugar al golf, es de un sadismo enfermizo y degradante. Yo creo que desde tu propio dolor es más fácil comprender el dolor de los otros. Todo en la vida es una enseñanza. Yo conocí, como tantos compañeros, la pérdida de la libertad, sufrí la tortura, viví al borde de la muerte, cometieron conmigo las más humillantes vejaciones. Podía haberme convertido en una bestia llena de odio. Pero, al contrario, mi experiencia personal me llevo a la conclusión de que nunca seria capaz de ejercer la violencia contra nadie. Precisamente porque la he sufrido.
Pese a mi largo cautiverio, no salí marcado por el resentimiento y en todas mis actuaciones publicas y políticas, en mis poemas, en mi vida, el amor a la libertad aparece siempre ligado al amor a España y a la reconciliación de sus hijos, a la necesidad de acabar con las consecuencias extenuadoras de la guerra civil: hay que frenar la noria trágica de España, aunque tengamos que poner de calzo el corazón para lograrlo.
La venganza no es un ideal político ni un fin revolucionario. Yo quiero el triunfo de la democracia para acabar con el odio y el fratricidio, para que todos los españoles podamos vivir pacíficamente, coincidir o discrepar en la defensa de nuestras ideas sin tener que degollarnos los unos a los otros. Ya se ha derramado bastante sangre en España.
“la democracia debe traernos la libertad y la democracia a todos los españoles.
La única venganza a la que yo aspiro es a ver triunfantes un día los nobles ideales por los que he luchado y por los que miles de demócratas y antifranquistas perdieron su vida o su libertad.” (de lo discurso que pronuncié en el Mathama Ghandi Hall de Londres en 1962, recién salido de la prisión).
La recuperación de la memoria histórica, no es para pedir cuentas a nadie por las responsabilidades personales contraídas en el pasado, sino para situar la Historia en su lugar, arrancar del olvido a nuestras victimas y cancelar de una vez los procesos y condenas incoados por un régimen ilegal, impuesto por las armas frente a la legalidad republicana. Es decir, que se nos devuelva a los demócratas que luchamos por la libertad, y se haga de manera pública e institucional, el respeto y el reconocimiento que merecemos por nuestra lucha y sacrificio.
Decidme cómo es un árbol Memoria de la prisión y la vida
Marcos Ana
2007 Tabla Rasa y Ediciones Urano, S.A.
Este texto pretende recordar, porque y de que manera debemos luchar por conseguir recuperar la memoria histórica, particularmente la memoria republicana.
También para que sirva como pequeño homenaje de este blog a una persona como Marcos Ana, ejemplo a seguir en el difícil camino que hemos elegido.
http://movimientolibertariopueblada.blogspot.com/2009_07_01_archive.html
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